jueves, 19 de enero de 2006

Horizontes


Calló.

Quedó desnuda, desprotegida.
Tanto como silenciosa,
silenciada.
Calló durante días,
semanas.
Una mañana sin alba,
tras la noche que amenazara
con ser infinita,
habló: Horizonte, dijo.
Y su palabra se hizo carne,
y su carne, mañana.
Y el mañana, aire.
Y el aire, su sonrisa.
Horizonte, dijo.

Septiembre de 2005

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