miércoles, 18 de enero de 2006

Moribundo


Abrió su voz

y era un muro de plomo.
Abrió su garganta
y ya habitaba
el primer insecto.
Miró sus ojos.
Entendió todo.
Decidió, entonces, mirarla.
Y decidió hallar con ella la última noche,
en vez de lamentar el último alba.

17 de diciembre de 2005

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