lunes, 6 de marzo de 2006

Escarcha, prisas, horizonte

En su voz
sonó el tiempo azul.
Alejados los insectos,
la escarcha del tiempo
ya no rajó más sus pies.
A partir de ese momento,
sus manos fueron avenidas
por las que, infatigable,
volvió a pasear mi cuerpo.

26 de enero de 2006

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