Del aire, el aire.
El aire de la lluvia.
Callan las cucharas de madera.
Terminó la más larga de las primaveras
y su pasión por el otoño.
Del aire, el aire.
Y esos dos ojos
que vertebran mundos
donde cuatro pies desnudos
agrietan el asfalto.
¿Alguien sabe algo?
Nadie sabe nada.
Del aire bajará el aire.
Y dieciocho mil albas...
Hoy nadie tiene más aire que yo. Nadie
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