Fue a las siete y veintitrés:
en la tarde fue el alba.
Me cayeron del cielo palabras
envueltas en hierros
que envolvían los adjetivos del aire.
Cayó el vientre del agua
a las siete y veintitrés de la tarde.
en la tarde fue el alba.
Me cayeron del cielo palabras
envueltas en hierros
que envolvían los adjetivos del aire.
Cayó el vientre del agua
a las siete y veintitrés de la tarde.
12 de junio de 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario