Me enamoré.
Hay asuntos que no decide uno.
O que los decide
desde sus periferias mas internas.
La amo.
Como nunca amé.
Y lo hago
más allá de interrogantes,
más allá de verbos ajenos,
más allá de siluetas de otros,
más allá de ojos
que no ven donde yo veo.
La amo.
Y lo hago sin presupuestos,
sin zapatos.
Aunque no lo haya decidido.
Ya os he dicho
que hay cosas que no decide uno.
“Hoy navegué por los pensamientos dormidos que vacilan en mi cabeza al borde de mi almohada, hoy te tuve cerca aunque fuese incierta tu presencia prolongada, y cuando pisé tierra, cuando el mar se acababa, definitivamente los ojos abiertos y las ventanas cerradas, me di cuenta incrédula, que tus versos ya no estaban”
ResponderEliminar