Ya no hay caminos.
Ahora solo hay vías,
dedos de asfalto.
Ya no hay caminos.
Tampoco importa:
apenas hay caminantes.
Ahora solo hay viandantes
que andan,
pero no caminan.
Ya no hay caminos
(¡ganó el verbo del asfalto!).
No importa:
apenas queda quien quisiera
caminarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario