Junto a ti nada parece ser.
Un apagón de luz en una gran ciudad.
De noche. Nada parece ser.
Eres la oscuridad.
O, quizá, el aire.
Tan leve, tan sutil, tan inapreciable.
Pero tan vital
que sin él nada puede ser.
O, quizás, el peso del alma.
Veintiún gramos de fragilidad.
Tan frágil que se vuelve ironía.
Ironía sin la que nada puede ser.
Un apagón de luz en una gran ciudad.
De noche. Nada parece ser.
Eres la oscuridad.
O, quizá, el aire.
Tan leve, tan sutil, tan inapreciable.
Pero tan vital
que sin él nada puede ser.
O, quizás, el peso del alma.
Veintiún gramos de fragilidad.
Tan frágil que se vuelve ironía.
Ironía sin la que nada puede ser.
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