No necesitaste nombre.
Tú no necesitaste nombre.
Tú eras Tú.
Tú toda,
Tú misma.
Nos rodeaban cosas
cuya vida dependía
del nombre que les habíamos dado.
Pero Tú no.
Tú eras Tú misma,
piel de ocaso,
pies de viento,
vientre de horizonte...
Tú no,
Tú no necesitaste nombre.
Tú no necesitaste nombre.
Tú eras Tú.
Tú toda,
Tú misma.
Nos rodeaban cosas
cuya vida dependía
del nombre que les habíamos dado.
Pero Tú no.
Tú eras Tú misma,
piel de ocaso,
pies de viento,
vientre de horizonte...
Tú no,
Tú no necesitaste nombre.
A TeRE
Perteneciente a Periplos: necesidades y deseos,
obra finalista en el III Premio Plumier de Versos,
de la Editorial Nuño

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