miércoles, 7 de mayo de 2008

El poeta sin fe

y nada llevara sonido alguno,
y nadie llevara sonido alguno,
y yo me quedara rodeado por paisajes en silencio,
y nada me interrumpiera,
y nadie me interrumpiera,
y pudiera decir que he oído el silenciar del silencio,
tal vez, entonces, podría creer en todo lo que escribo,
y podría creer que el mar lo arrasa todo y cura,
y que la lluvia trae fertilidad,
y que los niños son flor de esperanza,
y que los corazones laten por el amor y no por la sangre.
Y todo, sin duda, sería más liviano.
Sopla el aire leve.

A mi hermano

2 comentarios:

  1. Tu toque taciturno. Pero desde que lo escuché me gustó, muy intenso.

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  2. Sopla el aire leve...

    dócil en tus manos,
    incesante en tu alma,
    fraternal en su abrazo.

    En el encuentro. Siempre en el encuentro...

    Pedro Luis Ibáñez Lérida.

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