Amanece conmigo
y deja que la virginidad de la luz
nos viole a ambos.
Amanece como ya amanecieras
en el seno de tu ausencia
descansando en mi vicio,
hallada en mi mano.
Amanece a mi lado
y junto a mí, date encuentro
y amanece, también, contigo.
Encuéntrate enmarañada
en mi relieve de hombría reposado,
en mi relieve tan imperfecto
como fatigado y sufrido.
Encuéntrate ya distanciada
del murmullo del sudor
que anegara tu cuerpo y el mío,
la cama bajo tu ombligo
y bajo tu ombligo, aún mis deseos,
mis frustraciones y fantasías.
Amanece junto a mi cuerpo,
hecha día, sucesión de días,
ambos abrigados sólo por el aire
y una tenue luz de optimismo.
Amanece sobre mi tiempo,
junto a mí, conmigo.
Publicado en Plumier de Versos (2005)
por Editorial Nuño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario