Ayer quemé mis versos,
para no leerlos más,
para no más recordarte
para no leerlos más,
para no más recordarte
Podría haber quemado,
por ejemplo,
la braguita que vi incomodando
a una cómoda medio vacía...
Podría...
Ayer quemé mis versos,
por no quemar mi vida.
20 de enero de 2006
Inspirada en
Inspirada en
Ayer quemé mi casa (Salitre 48),
de Quique González.
si fuera así de sencillo, creo que la mayoria seriamos piromanos.
ResponderEliminarpero los recuerdos nos persiguen forman parte de nosotros, y los versos son designios implacables, memorias de un cuerpo, historias que seducen,amaneceres de intimidad, necesidad de compañia,caminos de nadie y de todos,palabras nunca dichas, debilidad, miedos, anhelos, humillación...., pasado, presente y futuro.
Algo más que palabras que se convierten en cenizas llenas de vidas.
Gracias a ti he descubierto a Quique González.