martes, 7 de marzo de 2006

Vía rápida

Ayer quemé mis versos,
para no leerlos más,
para no más recordarte

Podría haber quemado,
por ejemplo,
la braguita que vi incomodando
a una cómoda medio vacía...
Podría...

Ayer quemé mis versos,
por no quemar mi vida.
20 de enero de 2006
Inspirada en
Ayer quemé mi casa (Salitre 48),
de Quique González.

1 comentario:

  1. si fuera así de sencillo, creo que la mayoria seriamos piromanos.
    pero los recuerdos nos persiguen forman parte de nosotros, y los versos son designios implacables, memorias de un cuerpo, historias que seducen,amaneceres de intimidad, necesidad de compañia,caminos de nadie y de todos,palabras nunca dichas, debilidad, miedos, anhelos, humillación...., pasado, presente y futuro.
    Algo más que palabras que se convierten en cenizas llenas de vidas.

    Gracias a ti he descubierto a Quique González.

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