No me abandones,
me decía a mí mismo
mientras no decía nada
y me envolvía el eco.
Iba y venía,
los pies retenidos,
las manos llenas de miedos
con sombras desconocidas.
El tiempo llegaba a destiempo,
desmembrando palabras
en esqueletos de incertidumbre.
Iba y venía
mientras no decía nada.
Buscaba la primera luz
y la última noche.
Al alba será ese alba
que es la luz misma,
me decía...
A Marian, Maite y Antonio:
de mayor quiero ser como ustedes
(aunque sea una mijita)
9 de abril de 2006
Son cosas que pasan cuando se abren demasiado las puertas de la percepción: que nunca se sabe quién puede entrar por ellas.
ResponderEliminarSalud y cordura.
Vas a tener que comer muchos petit suises, pa ser como nosotros. Pero con nuestra ayuda puede que lo consigas. Aunque sea una mijita.
ResponderEliminarCordura y salud, y cierra las puertas, por si acaso.