lunes, 24 de abril de 2006

Los cimientos del amor, las vértebras del sexo

La mano tocó la espalda.
Bajo el pecho anidó el pájaro
que canta vida
y oye irrealidad de sufrimiento.

La mano tocó el cuerpo
que sintió llegar las aguas.

Todo esto ocurrió el día
en el que la mano supo hallar la espalda.


3 de diciembre de 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario