miércoles, 19 de abril de 2006

Los límites insalvables de la ciencia

Acabo de decidir que,
negado el aire,
donaré mi cuerpo a la ciencia
para que entren y salgan,
hagan y deshagan...
para que investiguen.

A ver si así observan
que fui anguloso,
que aprendí tarde a callar,
que te amé en silencio...


En Sevilla, a 16 de septiembre de 2005.
A la memoria de Don Eduardo Haro Tecglen

1 comentario:

  1. Cuando murió Haro Tecglen me llamaron la atención algunos de los comentarios que se publicaron desde www.rebelion.org, un medio informativo alternativo que se publica "on line". Había homenajes póstumos, como los que enlazo a continuación:

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=21659
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=21794

    Pero también opiniones discordantes, aunque respetuosas con su memoria, desde la izquierda que me ayudaron a dimensionar su figura. Ahí tenéis uno de ellos:

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=21698

    Salud.

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