viernes, 7 de septiembre de 2007

Menos cuatro

Oigo la voz, hebras de voz,
hebras de mar...
y más aún es bella su cabeza tostada.

Ya me sé amanecido entre lirios,
entre lirios de mar,
hebras de hambre y soledad...
y más aún es bella su cabeza tostada.

Es cálida y fría la voz
de la noche última,
del alba primera...
y más aún es bella su cabeza tostada.

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