jueves, 10 de abril de 2008

Botones

El minutero y su giro sigiloso
e imparable
son un huracán de seda
que vomita recuerdos
más o menos
nítidos.

Queda sobre la mesa el reloj
y, junto a este,
una pequeña caja llena
de botones impares
e hilvanes muertos.

Cada botón vivió en una prenda
que yo, o mis padres, o mis hermanos
habitamos
presurosos
e inconscientes.
Cada botón es una foto,
un señuelo de hacer de memoria.

Entiendo que la caja
se ha hecho mano breve
y los botones pronto rebosarán
como piel muerta de montaña.

Miro mis ropas
y, en ellas,
los botones amados, amándose,
e intento adivinar
cuáles acabarán en la caja
y qué tipo de recuerdos
quedarán
a ellos abrazados.


A Fran Nuño,
amigo, poeta, editor, librero…

3 comentarios:

  1. Amigo Antonio:
    Que bonita sorpresa me he llevado al entrar en tu blog.

    Precisoso poema que describe a la perfección lo que te comenté el otro día.

    Muchas gracias.

    Un fuerte abrazo.

    Fran Nuño

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  2. Abrochamos botones para cobijar nuestros versos.Los desabrochamos para ofrecerlos... el alma se encapricha de vosotros...

    Es un tesoro teneros...

    ¡¡ Sé feliz Hermano Poeta !!

    Mi guiño...

    http://pedroluisibanezlerida.blogspot.com/2008/04/leo-sobre-el-flgido-presente-de-tus.html

    Pedro Luís Ibáñez Lérida.

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