lunes, 31 de agosto de 2009

Mi vientre cosido

Mi vientre cosido a tu vientre,
tu luz a mí traída,
tu pelo enredando el aire
como viento que arrastra hojas
o jóvenes con el corazón en llamas,
que es el vivir.
“Esquivar el suelo y remontar
una y otra vez el aire”, me dices.
Cómo nombrarte, amor, y no desangrarme.
Cómo nombrarte, como decir tu nombre,
que es mi vivir, amor,
y no desangrarme,
y no dragar el corazón hasta hacerlo entrega,
que es el amar.
Dime cómo, amor,
cómo traer a mí el espacio de tu nombre,
no desangrarme
e ignorar que la intemperie en las costillas,
que la soledad en el fin de la garganta
contigo esquivaron mis ojos.


A Covi.

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